Fruta redonda, brillante, de diferentes colores, variedades y sabores, dulces, semiácidas y ácidas. Su pulpa es blanca, con sabor agridulce. Se consume como fruta fresca, en compotas, dulces, postres, jugos.

La manzana es considerada la fruta de la salud. Una manzana todas las mañanas es depurativa y en las noches es laxante.

Aporta fibra, calcio, hierro, sodio, potasio, magnesio, fósforo, azufre, vitaminas A, B1, B2, B6 y C, ácidos málico, cítrico, succínico. Azúcares como dextrosa, levulosa y sacarosa; pectina (sustancia gelatinosa).

Es un excelente tónico cerebral, por su contenido en fósforo. Se recomienda en casos de insomnio, cefaleas y ansiedad.

Rica en fibra soluble (pectina) que ayuda a reducir el colesterol, mejorar la digestión, previene hemorragias internas, normaliza los movimientos intestinales. Excelente contra diarreas e intoxicaciones, fermentaciones y putrefacciones intestinales.

Tiene acción depuradora de las vías respiratorias y urinarias, del intestino, de las vías biliares y de la piel, desinflama el hígado y los riñones y evita la formación de cálculos de ácido úrico.

La manzana es una fruta que puede consumirse con cereales, leguminosas, leche, miel.

La cáscara de la manzana tiene fibras celulósicas muy duras, indigeribles que se fermentan en exceso en el intestino, provocando molestos gases o flatulencia, por lo que es recomendable pelarla finamente, para además evitar ingerir residuos de insecticidas, al igual que se debe evitar consumir las semillas que pueden retener hasta 75% de insecticidas y pesticidas.

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